Corre el siglo XVII y Jacob es esclavo en una aldea polaca. Mientras alterna las tareas de pastor y sus oraciones en la soledad del establo donde vive, intenta con todas sus fuerzas sofocar la encendida pasión que siente hacia Wanda, la hija de su dueño y una gentil. A pesar del sentimiento de culpa por haber incumplido los mandamientos, Jacob lucha con firmeza por defender un amor que perdurará más allá de la muerte.