Tristán es un perrito perdido y no tiene nada más que un viejo pañuelo rojo en el cuello. En su viaje solitario del campo a la ciudad en busca de un hogar, Tristán se encuentra con la frialdad del asfalto, el ir y venir de la gente, los ruidos y grandes espacios llenos de peligros. Entre tanto miedo y angustia, finalmente encuentra a la persona que, sin saberlo, había estado pendiente de él todo este tiempo. Una historia que nos ha planteado la importancia de encontrar tu propio espacio en el mundo. La tierna historia de este perro solitario nos hace reflexionar sobre las reacciones que muchas veces tenemos cuando sentimos miedo, y nuestro entorno resulta hostil.