Desde la contemporaneidad, parece que cada vez nos cueste más recordar el paisaje natural como parte de nosotros y nos resulta difícil poder descifrar quién se inventa a quién: por lo que respecta a la obra, al autor o al mundo. "El mundo está dentro de mí, mi cuerpo está en el mundo", dice Auster.
Algunos artistas se han encargado de acercarnos y proclamar el valor de esa mirada íntima e ingenua que descubre la raíz del yo y la presencia del otro. Y, sobre todo, que nos una y vincule a este animal de deseos y razones que hemos convenido en llamar ser humano, para recordar que nació de la tierra (humanus/humus), y que a ella está ligado y destinado."
Planteamos varios textos sobre artistas contemporáneos que a través de su obra cuestionan la existencia ligada a la naturaleza, estableciendo una correspondencia directa y física. El artista hace de vínculo con la tierra y se encuentra condicionado por su belleza, complejidad o trascendencia.