Recorridos

Jacques Bouveresse

Lógica de la sátira

Épenoy, 20 de agosto de 1940

En ocasión de la primera traducción hispánica de Satire & prophétie: les voix de Karl Kraus, resulta imprescindible volver sobre la impecable trayectoria del pensamiento de Jacques Bouveresse, estrechamente vinculada al estudio de algunas figuras fundamentales de la contemporaneidad (Kraus, Wittgenstein, Musil) que ha ido desarrollando a lo largo de su notable cursus académico en diversas instituciones francesas.

Defensor del sabio y del filósofo (en su sentido más puro, étymo-lógico) -cabe recordar, por ejemplo, su Bourdieu savant et politique, Agone, 2004, por encima de la actitud periodística, sensacionalista y charlatana que parece imponerse en la mayoría de los ámbitos donde se desenvuelve la actividad filo-sófica i filo-lógica.

Tal como observó magistralmente Nietzsche, "el periodista, el esclavo del papel del día (der papierne Sklave des Tages), ha obtenido la victoria en todos los aspectos de la cultura per encima del docente superior, y a éste sólo le queda la metamorfosis, a menudo ya presenciada, de moverse ahora también en el modo de hablar del periodista, con la ligera elegancia de esta esfera, como una mariposa jovial y culta...".

Bouveresse ya lo anticipó en Schmock ou le triomphe du journalisme (Seuil, 2001), también a propósito de Karl Kraus. La prolongada y prolífica campaña satírica (notable manifestación del dionisismo del pensamiento) que desarrolló Kraus como crítico en Die Fackel fue un aguijón constante y virulento contra la prensa de su época, que él consideraba como un mero instrumento al servicio de la ineptitud y de la corrupción del sistema social y político. Tal corrupción moral y política, es decir, de las costumbres y de las prácticas de la comunidad-sistema, va acompañada necesariamente por una corrupción de la expresión, de la palabra, del pensamiento.

No es extraño, pues, que un amante de la sophía como Bouveresse, que ha hallado sus fuentes intelectuales en el racionalismo más ilustrado, no sólo del XVIII, sino del más brillante pensamiento centroeuropeo, aprecie la actitud de Kraus como una de les primeras críticas de los medios de comunicación modernos. Una crítica ben construida, desde dentro y con conocimiento e implicación, no a la manera distante y visionaria de Nietzsche.

Esta simpatía por la crítica krausiana, que Bouveresse atina a demostrar moderna y totalmente vigente, se integra cómodamente en un itinerario intelectual de un claro positivismo lógico que deriva, en buena medida, del estudio de figuras como Gödel, Frege o Wittgenstein. De este último, Bouveresse ha sido, por así decir, el cicerone en territorio francés. Le dedicó su tesis doctoral en 1975, cuando casi nadie en Francia dirigía su interés más allá del canal de la Mancha en búsqueda de nociones analíticas.

En diferentes ocasiones, Wittgenstein ha sido para Bouveresse modelo, mentor y objeto de estudio. Incluso en sus textos más recientes, Bouveresse manifiesta la necesidad de proceder según los principios de una filosofía exacta, científica y lógica, y los aplica al tratar tanto de literatura (La Connaissance de l'écrivain: sur la littérature, la vérité et la vie, Agone, 2008), como de religión (Que peut-on faire de la religion?, Agone, 2011, donde reaparece Wittgenstein a propósito de la comprensión de la experiencia religiosa en tanto que fenómeno no estrictamente irracional).

Bibliografía destacada