Recorridos

Penguin: bueno, bonito, barato

La exquisitez lúdica -y económica- de la editorial inglesa cumple 75 años

Conocemos la leyenda: el año 1935, Allen Lane, Managing Director de Bodley Head Publishers, está en el andén de la estación de Exeter, esperando el tren para volver a su casa, en Londres, después deuna larga visita de fin de semana con Agatha Christie, en Devon. Busca algo bueno y llevable para leer. Lo único que encuentra son revistas populares y reimpresiones de novelas victorianas. Se da cuenta que no hay nada de calidad a su alcance: nada bueno, barato y portable a su vez. De aquella decepción surge la idea. El verano de aquel mismo 1935 aparecerían los primeros ejemplares de la nueva editorial Penguin, con textos de Ernest Hemingway, André Maurois y Agatha Christie. El color dictaba el código: naranja para la ficción, azul para la biografía, verde para la novela policíaca. Costaba seis peniques, como un paquete de tabaco. La revolución había empezado.

Aunque en el momento de la aparición de Penguin las ediciones en bolsillo ya existían, el diseño pobre y la mala calidad de las ediciones hacía que llevaran implícita una idea de baja calidad. Lane decidió conjugar la buena ficción contemporánea con el precio asequible y el diseño atractivo. Libros que, no sólo iban a venderse en las librerías, sino también en las estacions de tren, los quioscos o los estancos. En un proceso similar al que las condiciones socioeconómicas del post crack del 29 habían provocado con las pulp fiction novels en los Estados Unidos, Allan Lane consiguió hacerse un lugar en el mercado que hasta entonces había estado vacío. Penguin triunfaba.

Desde entonces, Penguin se ha caracterizado por un catálogo variado y de calidad, que incluye desde la novela policial a las memorias políticas, pasando por los clásicos de todas las nacionalidades o el ensayo cultural. Su sello es símbolo de una fórmula que sigue funcionando; ahora más que nunca. Celebramos los 75 años de la editorial que cambió el mercado de la edición anglosajona -y con ella la europea- y que revolucionó la lectura entendida como forma de ocio popular. Larga vida a la editorial Penguin.