Recorridos

Ensayo para una teoría de Amsterdam

Heldhaftig, Vastberaden, Barmhartig

Una hipótesis muy sostenida es que para entender sin espejismos Amsterdam (y como directa sinécdoque de Holanda) es previo conocer Batavia. Batavia que así denominaban los holandeses a la actual Yakarta, punto referencial de las Indias Orientales holandesas del siglo XVII. En este contexto surge la obra del considerado Cervantes holandés: Eduard Douwes Dekker, más conocido por su seudónimo "Multatuli", que en 1860 publicó Max Havelaar, sátira del colonialismo holandés basado en parte en su autobiografía e inicio de la literatura moderna holandesa e indonesia posterior. Otras dos autoras que refuerzan esta perspectiva son Hella S. Haase que con su novela "Los señores del té" (1992) o Maria Dermout, con la recientemente publicada "Las diez mil cosas" (1955). Es posible que el contacto javanés haya aligerado el espíritu burgués -extraña mezcla ideológica de calvinismo mercantil-, impronta aún visible en las calles de Ámsterdam; visible en excelentes restaurantes indonesios, entre los cuales sobresale el Purimas, o en el festival literario indonesio anual. En cambio para ciertos profesores universitarios la literatura holandesa comienza con los escritores de posguerra que se reúnen en el Café Americain de Leidseplein de Ámsterdam. No es de extrañar ver allí a Harry Mulisch, Cees Noteboom, Gerard Reve, Renate Dorrestein y al inquietante Willen Frederik Hermans. Una fuente de absoluta fiabilidad me hace saber que aún no entiende cómo su novela "De donkere kamer van Damokles" (1958) sigue sin estar traducida. Autores de enorme erudición han conjugado en sus obras la intencionalidad estética con la preocupación moral. Este grupo es el eslabón directo de Anne Frank, Etty Hillesum, el autor de las "Hidden Letters", de Jona Oberski y tantos otros. Otros piensan que Ámsterdam sigue siendo el Mokum de los judíos. Es evidente que aún queda mucho de ello, y se puede rastrear el comienzo de todo en las novelas donde los protagonistas son Spinoza y Rembrandt, vecinos de Ámsterdam, pero también en las corrosivas fábulas de Arnon Grunberg ("El mesías judío") y Leon de Winter ("Supertetx").
José Sánchez Molina ([email protected])