Clara Janés es una de las poetas de su generación que más vivamente se ha interesado por conocer la poesía de otras tradiciones. En el caso de la poesía checa, y más concretamente de uno de sus autores mayores, Vladimir Holan, la admiración se vio acompañada de una serie de encuentros personales entre rocambolescos y noveleros: antes de su primera visita a Holan, el poeta encerrado en una enigmática casa de la isla de Kampa y apartado hasta el punto de vivir de noche y no recibir a nadie, Clara Janés le envía un poema. Él le responde diciendo que había presentido ese poema e invitándola a ir a verlo.La historia de esos encuentros es lo que cuenta, de una forma nada habitual, llena de apuntes al margen en prosa y verso, Clara Janés en este libro singular y por muchas razones irrepetible.