Un matrimonio de mediana edad que va a ser desahuciado de su casa, repasan los acontecimientos de su vida en común. El deseo, el amor, la propia identidad, la fidelidad sexual, son examinados desde esa doble perspectiva hombre-mujer que da cuenta de una larga guerra y compone un lúcido perfil de lo femenino y lo masculino. No obstante, entre la voz de ella y la de él, queda siempre un espacio ambiguo, una tierra de nadie que constituye el auténtico tejido moral de la novela. El ritmo trepidante de la historia, su naturalidad, nutren una trama muy sutil y compleja que va más allá de la consabida guerra entre sexos: aunque la lucha sea feroz, los contendientes -adversarios admirbles- avanzan paso a paso, espalda contra espalda, hacia una visión, necesariamente amarga, del amor adulto.