Los dos volúmenes de la Historia de la prosa de los Reyes Católicos coronan el largo recorrido trazado en los cuatro tomos de la Historia de la prosa medieval castellana (1998-2007), que alcanzaban el final del reinado de Enrique IV; diversos factores recomendaban cerrar ese estudio con una obra independiente: la definición de claves culturales distintas, la creación de diversos espacios de recepción –no sólo ya curiales- o la multiplicación de textos por la imprenta; en el cambio de siglos del XV al XVI se alza ese «umbral del Renacimiento» en el que se pondrán en juego diferentes propuestas ideológicas, sostenidas por un conocimiento más preciso del Humanismo y vinculadas a un cambio dinástico que transformará por completo la unión de reinos que Isabel y Fernando consiguieron entre 1474 – coronación de la castellana- y 1479 –entronización del aragonés. El ocaso de la dinastía de los Trastámara, al fallecer el príncipe don Juan en Salamanca en 1497, asienta en la Península a los Habsburgo o Austria, con el breve gobierno de Felipe I (1506) y un largo interregno, resuelto con energía por Cisneros hasta la llegada del joven Carlos para hacerse cargo de los reinos en 1517, tras visitar a su madre la reina Juana, confinada en Tordesillas. Este incierto mapa de relaciones políticas se proyecta en la creación literaria de este período y se manifiesta, de modo visible, en las diversas direcciones que siguen los géneros prosísticos, ajustados a variadas y cambiantes condiciones de recepción. En pocos períodos de la literatura española se puede encontrar una proliferación de textos en prosa tan abundante como en estos largos cuarenta años que avanzan de 1474 a 1516, el año en que muere Fernando de Aragón. Al igual que ocurriera en los cuatro tomos de la HPMC, estos dos se fundamentan en presupuestos teóricos derivados de los proemios y opúsculos poéticos del siglo XV; con esas ideas se ha configurado la red de «estilos» o géneros a la que se amolda la trama de capítulos con la que se ha ido atendiendo, de forma exhaustiva, a la práctica totalidad de la producción prosística de este doble reinado.