Teólogo dominico alemán que predicaba la posibilidad de que el hombre alcance en la tierra una vida bienaventurada asumiendo su origen y filiación divinos, el Maestro Eckhart (1260-1328) sufrió la persecución inquisitorial por sus heterodoxas ideas, entre ellas las de la experiencia nihilista de Dios, el vacío interior que el espíritu comprende como una muerte necesaria o el exilio del alma noble. “El fruto de la nada” recoge algunos de sus más destacados sermones y tratados en lengua alemana, así como un conjunto de textos que se le atribuyen y que proporcionan una idea completa de este gran místico alemán cuyo pensamiento, de prolongada vigencia en Europa, ha llamado también la atención de los filósofos de la Escuela de Kioto, Nishitani y Tanabe, quienes han considerado su figura como un interlocutor privilegiado con las tradiciones asiáticas y muy especialmente con el Budismo Zen.