Scott nos narra con todo lujo de detalles en un breve “espacio” de tiempo lo que fue el inicio de una nueva colonización, de nuevos descubrimientos, de una nueva demografía formada en su principio por convictos enviados como destierro y castigo y como, poco a poco, se van creando unas sociedades de nuevos colonos no convictos, terratenientes, políticos, pequeños agricultores, negociantes, exploradores, etc. Cómo se fueron formando las primeras poblaciones, las primeras leyes, que en sus inicios basadas con las normativas y legislaturas del Imperio Británico, empezaron a crearse nuevos reglamentos y estatutos, ajenos en algunos casos, al Imperio Británico, para adecuarlo a los nuevos intereses y los conflictos que fueron surgiendo conforme al crecimiento de las poblaciones principales. Fue necesario fundar Gobernaciones y nuevas dependencias para una legislación adecuada a ellos. Gobernadores en las ciudades más importantes u subdelegaciones, así como un Gobernador General, en sus inicios enviado y dirigido por la Corona Imperial Británica, con lo que, con el tiempo fue creándose una nueva democracia, a la australiana, que difería un poco de las americana y británica del momento.