Nuestras recomendaciones y propuestas

Vivian Gornick creció con la convicción de que el amor tenía poderes transformadores. Eso cambió cuando aprendió a leer y ese poder se trasladó a sus lecturas. Aquí nos propone unas cuantas que hará que nuestra lista de libros pendientes crezca unos centímetros más. Se trata de novelas en las que el amor romántico baja de su pedestal y pone a sus protagonistas en un lugar de visible incomodidad cuando descubren que lo que les espera es un matrimonio que acabará con sus vidas. Las heroínas de las novelas de George Eliot, Kate Chopin, Edith Wharton o Virginia Woolf contemplan heladas lo que les depara el destino y reaccionan cada una a su manera. En Jean Rhys encontramos su fría desdicha en las mujeres solitarias y agotadas que vagan por las calles de la ciudad, en la obsesión amorosa de Hannah Arendt por Martin Heidegger y, en los cuentos de Grace Paley, vemos que el amor no siempre es razonable, que obedece a otras pulsiones y que quizá lo que nos mantiene vivos es perseguirlo sin llegar a alcanzarlo del todo.

Si Gornick pasea por las calles de Nueva York buscando inspiración, la poeta Mary Oliver la encontró en la naturaleza en la que eligió vivir. En Horas de invierno, una suerte de ensayos y lecturas, descubrimos aspectos de la vida y obra de Shelley, Poe y Robert Frost, y la poesía que anida en la observación atenta de las cosas pequeñas que nos rodean, ya sea una tela de araña o una madera que el mar ha escupido, pero, sobre todo, lo que destaca en Mary Oliver es su amabilidad y la capacidad de emocionarnos con el detalle.