Nuestras recomendaciones y propuestas

La primera vez que Sara Ahmed presentó a la feminista aguafiestas fue a raíz de un cuento de los hermanos Grimm en el que una niña testaruda, al no hacer caso a su madre, cae enferma y muere. Sin embargo, una vez enterrada, sigue levantando el brazo por encima de la tierra que la cubre hasta que, tras pegarla con una vara, consiguen que reste quieta y al fin descanse.

Desde entonces, la teórica feminista habría ido trabajando entorno a esos sujetos feministas que insisten una y otra vez en que hay cosas que no funcionan, en estructuras sociales que excluyen y en promesas de felicidad solo para algunos. Convertirse en feminista aguafiestas es aceptar el papel de alguien que levanta el brazo y expone un problema, arruinando la fiesta y convirtiéndose así ella misma en el problema. Esta es una verdad aguafiestas. Aquí está la niña testaruda. Sin embargo, el presente texto es un manual y las verdades irán acompañadas de compromisos, ecuaciones y recursos, porque la cuestión estará en no quedarse en el juicio negativo, sino en transformarlo en un proyecto. Si me estoy quejando, es porque quiero que algo cambie y voy a participar de ese cambio. Hay que asumir un activismo, buscar alianzas y trabajar conjuntamente para el mundo que queremos. Para las siguientes cenas de navidad, atentas, porque ¡no estamos solas, tenemos este manual y sabemos cómo usarlo!