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Ressenya
Jean Starobinski
La tinta de la melancolía
Per Autor convidat
24.3.2017
Preocupación de filósofos, artistas y médicos, la melancolía ha tenido una presencia constante en la civilización occidental, de la medicina a la cosmología, de la teología a las artes. Galeno, en el siglo II, fijó ya una concepción que regiría hasta bien entrada la Edad Moderna. Para el griego, los síntomas variaban dependiendo del exceso de bilis negra drenada por el cuerpo. El descubrimiento del sistema nervioso, en el siglo XVIII, permitió que la melancolía nerviosa sustituyera a la humoral: «los fenómenos somáticos tienden entonces a pasar al rango de consecuencias del estado melancólico». De la bilis negra al pensamiento negro. Al desmaterializarla, la melancolía se subjetiviza.
No lo cuenta Starobinski, en riguroso ejercicio científico, pero se puede trazar la coincidencia habitual, curiosamente lucrativa, entre las conclusiones psicoanalíticas del bueno de Freud y el crecimiento de los laboratorios suizos Geigy, que comenzaban ya a sintetizar sus antidepresivos tricíclicos. Esto también, por qué no, suelta su propia tinta de la melancolía.