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Si bien con la caída del muro de Berlín se sentenció el final del siglo más corto, la pervivencia de ciertos personajes históricos mantuvo despiertos los recuerdos de algunos de sus episodios más importantes. Gorbachov puso fin en la Guerra Fría y empezó la disolución de la URSS. La reina Elisabet II conoció el control colonial de una cuarta parte del mundo en manos del imperio británico y los inicios de su desmantelamiento. Quizás algunas de estas figuras emblemáticas ya solo ostentaban un poder simbólico prácticamente vacío, pero las heridas abiertas en sus tiempos todavía tienen hoy en día una sombra muy larga. Los conflictos del pasado han alumbrado los grandes retos del presente. ¿Podemos decir que con las últimas defunciones, ahora sí, ha muerto el siglo XX? ¿Qué quedará atrás como recuerdo del pasado y que quedará como tarea del presente? La pregunta clave es: ¿Con qué fantasmas nos tocará luchar a lo largo de este siglo?