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Ressenya
XXX - El Diluvio de Adam Tooze
La Gran Guerra y la reconstrucción del orden mundial 1916-1931
Per Antonio Ramírez
El Diluvio es un examen de los años de la irrupción americana en el centro del poder mundial: mientras las potencias europeas se destruían mutuamente con una brutalidad nunca vista, la industria y la banca americana no cesaban de crecer y expandirse; en 1916, el PIB norteamericano superó por primera vez al del Imperio Británico. En 1918, más que sus tropas, fueron los inmensos recursos económicos americanos los que finalmente hicieron inclinar el desenlace de la guerra a favor de la Entente. Pero este no es este un libro de síntesis sino más bien de tesis: Tooze no se ha propuesto ofrecernos una reconstrucción de los hechos cruciales del período, sino más bien analizar desde una perspectiva tanto política como económica un entramado denso de acontecimientos a escala global, postulando hipótesis que contradicen muchas de las verdades sobre los años veinte comúnmente aceptadas.
Si el final de la guerra brindó la oportunidad de construir una paz basada en los principios liberales y democráticos, en torno la Liga de las Naciones como herramienta para la resolución no violenta de los posibles conflictos en los años venideros, esta esperanza se vio truncada por las opciones estratégicas de los americanos: más que frenar a los alemanes en un futuro, a Woodrow Wilson y al Congreso lo que en realidad les preocupaba era doblegar a los británicos y japoneses, despejar así el camino para el dominio del mundo. En este relato, es Wilson quien sale peor parado: tuvo en sus manos una oportunidad única para reconstruir el mundo sobre principios democráticos; no obstante, indeciso e ignorante, detrás de su propuesta de “paz sin victoria” y de sus famosos “catorce puntos”, en realidad se ocultaban unas ideas profundamente conservadoras, abiertamente racistas, cuyo único objetivo era asegurar la supremacía americana.
Confiados en la acción benéfica y estabilizadora de la economía liberal, los americanos parecían no darse cuenta de los efectos de su propio poder, no lograban reconocer lo que su nueva posición les exigía. Según Tooze, ni el Tratado de Versalles ni la ocupación del Ruhr fueron acciones vindicativas desproporcionadas por parte de Francia; negándose los americanos a cualquier moratoria en el pago de la deuda, la situación financiera gala era tan desesperada, con su industria arrasada por completo, que para hacer frente a sus compromisos financieros necesitaba imperiosamente los pagos alemanes y el carbón renano. De la misma manera, una acción más decidida de los americanos en Europa habría permitido aliviar la situación de la República de Weimar e incluso potenciar una alternativa que hiciese frente al endeble y desesperado poder de los bolcheviques. Finalmente, cuando después del crack del 29 los americanos optaron por recluirse para curar las heridas, los rabiosos actores que emergían – Mussolini y Hitler- creyeron ver una oportunidad para desafiarles y hacerles frente: así, la crisis de la década siguiente se resolvería de una manera aún más brutal y trágica.
Un libro que no solo invita a reconsiderar lugares comunes sobre los años veinte, sino que nos muestra inquietantes paralelismos con el presente; nos sugiere que la globalización tiene muy poco de fenómeno reciente, pero sobre todo nos demuestra que en política internacional, en el gobierno de la paz y la guerra entre las naciones, las ideas, cuanto más simples y sin matices, más peligrosas son y más debemos temer por sus consecuencias.