La protagonista de esta historia está desbordada: pese a renunciar a su trabajo en una galería de arte, su tiempo parece escurrirse entre cuidar de su hijo de dos años y ocuparse de la casa. Su marido, claro, está demasiado liado viajando por trabajo. Todo lo que él puede ofrecerle son ronquidos y ese consuelo condescendiente que tanto detesta. El agotamiento es tal que muchos días cree perder la cabeza. Como ahora, que siente estar transformándose. ¿En qué? No quiere pensarlo, pero una mata de pelo rasposo le crece en la nuca, y en su boca los colmillos parecen estar afilándose. Y luego está el hambre descontrolada, canina, que la domina cada noche. Por supuesto, su marido no la cree. Ella, a veces, tampoco puede creerlo. Su única esperanza es Wanda White, etnógrafa en la Universidad de Sacramento, quien ha recorrido el mundo documentando casos de transformaciones imposibles, salvajes, semejantes a la suya. Tal vez con su ayuda pueda descubrir lo que le sucede. Porque es real, tiene que serlo… ¿Verdad?.