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Los hombres tienen miedo a la luz es la sexta novela de Douglas Kennedy que la editorial Arpa recupera para los lectores en castellano en su proyecto de crear la biblioteca Kennedy.
Escritor neoyorkino, gran éxito de ventas en Francia y en EEUU, estuvo publicado en Planeta en el principio de los dos mil aunque las ediciones se agotaron hace algunos años, por lo que celebramos la decisión de Arpa que empezó a recuperarlas en 2019.
Douglas Kennedy comenzó su carrera literaria escribiendo teatro y literatura de viajes y más tarde publicó en medios de comunicación para finalmente dedicarse a la novela, con un total de quince novelas hasta la fecha.
La novela de la que nos ocupamos hoy, Los hombres tienen miedo a la luz, comienza presentándonos a Brendan, un conductor de Uber de Los Ángeles agobiado por las facturas y envuelto en una vida familiar fallida.
En uno de los viajes Brendan presencia un atentado en una clínica abortista. En su Uber se encuentra Elise que trabaja para estas clínicas dando apoyo psicológico a las mujeres y entre ambos comienza una estrecha relación que les llevará a desenmascarar los oscuros negocios de un poderoso grupo de católicos extremistas.
Como todo buen thriller, Los hombres tienen miedo a la luz, alberga una crítica a la sociedad americana en plena caída libre: una sociedad profundamente dividida por clase social, religión y convicciones políticas. Ya desde el comienzo de la novela conocemos a un fumador Brendan acosado por los muy sanos habitantes californianos, que se mueven continuamente en coche, y sus fuerzas del orden. Un agotado conductor de Uber que solo quiere fumarse un cigarro en una esquina tras doce horas de trabajo mal pagado, para una empresa con condiciones laborales abusivas. Pero el gran tema de la novela es el derecho al aborto y las tensiones que este derecho provoca en los diferentes países, también en EE.UU., por los que nos parece muy oportuno tras salir a la luz la filtración de un documento interno que revela que el Tribunal Supremo de EE.UU. pretende derogar ese derecho.
Sorprende para bien el tratamiento de los personajes femeninos. Aunque Brendan sea el narrador y protagonistas, las diferentes mujeres del relato son el verdadero hilo conductor de la historia. Todas de fuertes convicciones y luchadoras dejan en evidencia el letargo en el que lleva sumido Brendan desde su matrimonio. Un matrimonio como dios manda, un trabajo como dios manda, del que te despiden a los cincuenta con poco más que hacer que ponerte al volante durante interminables horas para sobrevivir.  
Una novela en definitiva muy entretenida que nos presenta una sociedad corrompida por el odio en una luminosa California de centros comerciales.