En Un mundo devastado, Brian Aldiss enfrenta al lector a una situación desesperada que en realidad tal vez no esté tan lejos como podría pensarse. La Tierra se ha convertido en un planeta superpoblado, los productos químicos han envenenado el suelo y los mares y las desigualdades socioeconómicas han llegado a tal punto que sólo puede esperarse lo peor. Sin embargo, como suele suceder en las distopías de Aldiss, siempre hay un resquicio para la esperanza, que en esta ocasión encarna Knowle Noland, un ex convicto y ex viajero que capitanea un carguero nuclear, la Estrella de Trieste.

Pocos autores han logrado combinar con el grado de perfección y equilibrio que consigue Aldiss la riqueza y profundidad de la ideas con la fuerza arrolladora y el trepidante ritmo narrativo de una gran aventura.