Hace ya más de cuarenta años que el dictador murió en la cama y fueron legalizadas las organizaciones políticas derrotadas por el fascismo, condenadas al exilio desde el final de la Guerra Civil. Todavía hoy, sin embargo, hay demasiados exilios que se mantienen. Si, por ejemplo, se pretende investigar con un mínimo rigor la historia del Movimiento Libertario en Barcelona, una de las ciudades del mundo donde el anarquismo tuvo -y tiene aún hoy- mayor incidencia, hay que hacer las maletas, viajar hasta Ámsterdam y sumergirse en el contenido de las cajas del fondo CNT-FAI, depositadas en el Instituto Internacional de Historia Social de aquella ciudad desde 1947.