Recorridos

Julio Cortázar

Un cronopio ejemplar de la literatura argentina

Bruselas, 1914 - París, 1984

Personajes que deciden perderse por las laberínticas calles de la ciudad moderna; encuentros producidos por el azar y por el juego; historias subterráneas envueltas por el misterio más cotidiano y la transparencia más surreal; idiomas inventados, mandalas del deseo, casas tomadas, reuniones clandestinas.... La obra de Julio Cortázar puede pensarse como una rayuela infinita, en la que el lector se encuentra de pronto muy cerca del cielo, aunque siempre con los pies en la tierra, dejándose perder y disfrutando con ello, por las juguetonas líneas de sus cuentos y novelas. Octaedro, Rayuela, 62/Modelo para armar o Todos los fuegos, el fuego son solo unos ejemplos de esos espejismos asombrosos construidos por Cortázar. Tal vez fue su concepción misma del mundo y de la vida la causante de esta escritura que, todavía hoy, se pasea jocosa y emocionada por los bordes de lo real, por la cima de lo ficticio: "Yo creo que desde muy pequeño mi desdicha y mi dicha al mismo tiempo fue el no aceptar las cosas como dadas. A mí no me bastaba con que me dijeran que eso era una mesa, o que la palabra "madre" era la palabra "madre" y ahí se acaba todo. Al contrario, en el objeto mesa y en la palabra madre empezaba para mi un itinerario misterioso que a veces llegaba a franquear y en el que a veces me estrellaba."(Julio Cortázar)

Bibliografía destacada