Recorridos

La materia pantagruélica

Excusa de Panurgo y exposición de una cábala monástica en materia de buey salado

Celebramos la nueva edición, únicamente en castellano, íntegra y con un prefacio ad hoc de Guy Demerson, de los cinco libros del gran Rabelais.

He aquí un fragmento, aunque nos quedemos con hambre:

"-Dios guarde de mal a quien ve bien y no oye nada-dijo Panurgo-. Os veo muy bien, pero no os veo en absoluto, y no sé qué dicís. El vientre hambriento no tiene orejas. Por Dios, estoy bramando a causa de una crisis aguda de hambre. He hecho un esfuerzo más que extraordinario. Quien logre que este año me someta a sueños habrá hecho más que maese Mosca. ¿No cenar? ¡Diablos! ¡Que el chancro me corroa! Hermano Juan, vamos a desayunar. Cuando he desayunado convenientemente y mi estómago está convenientemente ahíto de heno y de grano, aún prescindiría de comer, en caso de perentoria necesidad. ¿Pero quedarme sin cena? ¡Que el chancro me carcoma! ¡Es un error! Es un escándalo de la naturaleza."