Recorridos

Ernst H. Gombrich

La lupa pensante de la historia del arte

Viena, 1909 - Londres, 2001

La noticia de la muerte de Gombrich me llega mientras termino la fascinante biografía de Miranda Carter Anthony Blunt. Sus vidas. Es curioso que ninguna de estas facetas múltiples que apunta la biógrafa encajara la figura irrepetible de Gombrich. Formado en Viena, educado en la férrea tradición de Boeflin, Riegel y Barbour, fue un historiador de convicciones. Pocas personalidades en la historia del arte de tan fuerte presencia y tan unánime aceptación como la suya, a lo largo del siglo XX. Educado en la música, llegó a ser un diestro violoncelista, que abandonó la música por el arte plástico por no dar rienda suelta al sentimiento. Compañero de exilio y casi de destino de Popper, fue un convencido de las virtudes del racionalismo metodológico a niveles casi absolutos. Paradójicamente, entre sus fidelidades definitivas estaba su concepción del arte como la última manifestación de la racionalidad. En libros como Arte e ilusión nos ofrece muestras admirables de esa teoría evolutiva que acepta el arte como un medio de conocimiento tentativo sobre nuestra realidad perceptiva. El artista desarrolla al extremo máximo sus posibilidades de representación y coordinación sensible, que se convierten casi en fórmulas de la realidad verosímil en un momento determinado. En la búsqueda de esta ruta racional en el ámbito siempre ambiguo de la percepción artística, Gombrich tropezó con obstáculos mil, fundamentados en dos grandes obsesiones que supo neutralizar como nadie: el dogmatismo ideológico y el intuitivismo gestual. Es arte todo lo que hace un artista. Para Gombrich, el artista ensaya soluciones desde y en una vieja tradición que también es doble. Por un lado, técnica, destreza, taller, modos de representación. Por otro, imágenes consagradas, sabidas, que operan sobre el consciente del espectador. Narrativas bien tramadas que relatan un mundo de asociaciones sólo inteligible desde el entretejido de la tradición, que en su caso era occidental.
J. F. Yvars

Bibliografía destacada