Recorridos

Correr, leer, extenuarse

Un paseo -o una carrera, o una maratón- por novelas y ensayos que tienen el deporte como protagonista

Uno no sabe hacia dónde corre, por qué corre, hasta cuándo correr. Uno se extenúa y resuella, o recuerda que marcó un gol un día y fue feliz, o cae sobre la lona asumiendo que su vida es una caída libre o pedalea sin cesar hacia ninguna parte. En tiempos olímpicos y profanos, os ofrecemos un recorrido de novelas y ensayos en los que el lector puede sentir la soledad del corredor de fondo, la desgracia del boxeador fracasado o el entusiasmo del seguidor de un equipo de fútbol.

Del fútbol al boxeo, pasando por el atletismo o el tenis, el mundo del deporte esconde mecanismos psicológicos útiles para construir personajes y elementos socioeconómicos con suficiente peso específico como para atraer la atención de escritores, intelectuales y lectores. Algunos han aprovechado el tema desde una vertiente más creativa, tomando como excusa la actividad deportiva. Es el caso del entrañable personaje de Peter Handke en El miedo del portero ante el penalty, donde el mecánico Josef Bloch recuerda su juventud como portero de un equipo de fútbol en un momento bajo de su vida; o el joven Colin, del relato de Alan Sillitoe La soledad del corredor de fondo, que encuentra una forma parecida a la libertad corriendo solo por los campos de la periferia de la cárcel-reformatorio en la que los prejuicios sociales y los lazos familiares lo han llevado fatalmente. Otros han explotado la versión más sociológica o periodística del deporte para hablar de otros aspectos de la sociedad. Es el caso de los ensayos sobre fútbol de Vázquez Montalbán, Juan Villoro o Ryszard Kapuscinski. Desde cualquier punto de vista, el lector, extenuado como o el corredor o extasiado como el escalador que llega a la cima de la montaña que ha vencido, siempre acaba ganando.