Antonio Lavedán, cirujano de la Real Familia desde 1789 y cirujano mayor del ejército desde 1799, estudia en su Tratado los usos tanto lúdicos como medicinales del tabaco, el café, el té y el chocolate, así como su origen, su historia, su cultivo y recolección, sus diferentes nombres, las diversas maneras de elaborarlos y consumirlos, sus efectos y sus virtudes y perjuicios. La obra, magníficamente estampada en la Imprenta Real en 1796, sería considerada desde su publicación uno de los textos de referencia, siendo extremadamente bien recibida tanto por los estudiosos de la materia como por los círculos ilustrados europeos de la época en los que el consumo de estas substancias era ya un símbolo habitual de distinción y elegancia.