Les Jurdes. Étude de géographie humaine, cuya traducción al castellano se presenta después de un incomprensible olvido que ha durado casi ochenta años, es algo más que el resultado de una tesis universitaria. La obra del hispanista Maurice Legendre, amigo personal de Unamuno y de Gregorio Marañón, quienes le acompañaron en alguno de sus viajes por Las Hurdes, es el resultado de largos años de investigación documental y de trabajo de campo, en el que su autor se implica no sólo desde un punto de vista científico sino también emocional y personalmente. Su finalidad era, en efecto, luchar por la redención de los hurdanos. El libro, que se gesta en un contexto sociopolítico y económico nacional complejo, puede considerarse uno de los detonantes del debate social que favoreció la implicación de la sociedad civil y de los agentes gubernamentales en la comarca entonces desheredada. Les Jurdes se transformó en una obra emblemática que contribuyó a mostrar desde la observación directa y desde una postura de denuncia y crítica social una realidad escasamente conocida, de la que el autor pretende ser un fiel reproductor y por la que sintió un amor indiscutible. A pesar de algunas argumentaciones controvertidas, la revisión del texto, desde un punto de vista histórico y antropológico, nos muestra su vigencia e importancia como el soporte sobre el que Las Hurdes han ido construyendo su existencia e identidad integrando sus referentes ancestrales con la más reciente actualidad.